miércoles, 24 de febrero de 2010

La formula Perón-Quijano se imponía con el 56% de los votos el 24 de febrero de 1946

La creación del Partido Laborista organizado por el núcleo de dirigentes sindicales cercano a Perón fue una consecuencia directa de las movilizaciones obreras y populares de octubre de 1945, y su irrupción confirmó el advenimiento de la clase trabajadora, impedida hasta esos momentos.
Los sectores radicales disidentes y conservadores, la oposición constituyó un frente electoral denominado Unión Democrática. Es que los partidos políticos y diversas agrupaciones cívicas postulaban desde tiempo atrás la unión de todas las fuerzas democráticas para enfrentar al actual gobierno militar. La Unión Cívica Radical aprobaba el 13 de noviembre de 1945 la formación de la Unión Democrática de Fuerzas Opositoras. Tras dicha unión, el radicalismo elige a José P. Tamborini y Enrique M. Mosca para integrar la fórmula que sostendrá en los comicios presidenciales de 1946. Le dan su apoyo los partidos Socialista, Democrático Progresista y Comunista, y también lo harán numerosos distritos del Partido Demócrata Nacional, la Sociedad Rural, la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio y el embajador de los EEUU, Spruille Braden

La candidatura de la fórmula Perón-Quijano fue apoyada por los sindicatos, por sectores militares y por la Iglesia Católica. También los que lo apoyaban a Perón fueron constituyendo un movimiento muy heterogéneo. Había radicales del viejo cuño Irigoyenista, a través de FORJA, formados en la tradición del liberalismo político, sindicalistas de todas las tendencias y orígenes, nacionalistas que estaban con Perón por un sentimiento visceral de rendimiento ante el hombre fuerte, el líder, el nuevo caudillo. Todos tenían la intuición de que al alcance de su mano, dirigidos por ese extraordinario conductor, un país nuevo se ofrecía para ser modelado sin limitaciones de ninguna clase.
Las elecciones del 24 de febrero de 1946 fueron, tal vez, las que más pasiones despertaron en la historia política argentina.
El ostensible apoyo del embajador estadounidense Spruille Braden fue un salvavidas de plomo para la Unión Democrática. El slogan de ésta era “Por la libertad contra el nazismo”, el del peronismo era “Braden o Perón” que proponía industrialización, expropiación de tierras a la burguesía, nacionalización de la banca y todas las empresas estratégicas, salarios dignos, salud preventiva y bajo la responsabilidad del estado, jubilaciones, aguinaldo, estatuto del peón de campo, justicia social, independencia económica y soberanía política.
Contra los pronósticos de la gran mayoría de la prensa, ganó Perón, resultando triunfante con el 56% de los votos, en las elecciones más limpias de la historia hasta ese momento y es bueno recordar, las mujeres tenían impedido el ejercicio del voto, reconocido recién en 1951, gracias a la Inmortal Evita.

Por eso los Peronistas conmemoramos este nuevo aniversario sobre los citados hechos, y como demostración que todavía después de 64 años, los mismos de siempre se oponen al Movimiento Nacional y Popular, que llegara al poder solamente por las Urnas, y fruto del voto Popular.
Prensa y Difusión Consejo Departamental Uruguay del Partido Justicialista.

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