miércoles, 24 de febrero de 2010

Juventud Radical Uruguay responde a las declaraciones de la Juventud Peronista

Una vez más nos encontramos frente a las incoherencias y agravios de quienes en vez de gobernar se dedican a fustigar a quienes hoy somos oposición, ya que no entienden cómo funciona la democracia. Los mismos que hoy elaboran un documento que no contiene nombres ni apellidos sino simplemente un sello (la J.P.) a pedido de sus jefes políticos transmiten ataques a quienes si comprendemos cómo funciona el sistema democrático.
A pesar que en diciembre pasado habían expresado en otra cyber-nota que “los uruguayenses no quieren comunicados, sino propuestas…” hoy encontramos en algunos medios locales nada más y nada menos que otro comunicado descalificante plagado de agravios en perfecta incoherencia y contradicción a su reciente interpretación sobre que querían los uruguayenses.

Con respecto a la molestia del gobierno local compartida por la desinformada JP que reniega “Hoy resulta que todo debe ser sometido a audiencias públicas supervisadas…” sobre dichos mecanismos, debemos decir que resulta que tanto el Art. 51 de la Constitución Provincial y la ord. N° 4583 sancionada en el 2002, ambos desde gobiernos justicialistas, establecen y regulan dichos mecanismos de audiencias públicas. Por lo tanto si el justicialismo gobernante y sus militantes de oficina ahora no están de acuerdo con las reglas de juego y toma de decisiones que ellos mismos establecen, sería bueno que con la ayuda de sus tantos abogados y asesores que no conocen la normativa que sancionan, elaboren un proyecto alternativo y desde su lógica le digan a la ciudadanía en que situaciones hay que convocar audiencia pública.

Nosotros, como jóvenes militantes de un partido que entiende y acepta el funcionamiento democrático de las Instituciones y Poderes, solo pretendemos el cumplimiento de las leyes, a diferencia del justicialismo que reniega permanentemente de los mecanismos que establecen controles a la función pública que dejan tranquila a la ciudadanía. Aun así, el oficialismo logra escapar siempre a la hora de dar explicaciones al igual que su juventud “militante” rentada que rehúye a los debates con otras fuerzas políticas. Sería bueno que alguna vez justifiquen los abultados sueldos que todos le pagamos y den explicaciones a la ciudadanía Uruguayense del mal manejo de situaciones como la de la aprobación del presupuesto oficial con presión policial, el interminable conflicto con los empleados municipales, los casos de corrupción vinculados a funcionarios locales como el de atención al consumidor, las dudosas rendiciones económico-financieras de los eventos realizados desde la gestión, la arbitrariedad de haber dejado a cientos de jóvenes sin su lugar de esparcimiento y trabajo, la falta de un plan para sustentar el turismo local, el abandono y desidia de edificios municipales, la mala distribución y mantenimiento de lo referido a recursos esenciales como el agua, la pésima respuesta ante conflictos derivados de la emergencia sanitaria, la falta de transparencia en el uso de los dineros públicos y en la política de obras públicas, las protestas y cortes de calles por parte de vecinos y los escraches a funcionarios por parte de ciudadanos enojados y afectados por la falta de decisiones políticas que solucionen problemas básicos de los mismos, entre otros.

Sobre las responsabilidades que nos caben a cada uno de nosotros durante gestiones anteriores en el País, la Provincia y en la ciudad, los radicales hemos sido sumamente autocríticos y aprendimos de nuestros errores haciéndonos cargo de ellos, incluso quienes todavía somos jóvenes.
Volver al pasado de forma selectiva es no entender lo que la ciudadanía votó el 28 de Junio, es no entender que un pueblo puso límites al poder absoluto, a la confrontación permanente y al autoritarismo, agraviar desde el resentimiento y la falta de información es no aceptar que quienes gobiernan deben dar explicaciones a los gobernados. El Radicalismo no fue cómplice de las políticas entreguistas del Menemismo y su mejor alumno en Entre Ríos, un experto en codearse con el poder nacional de turno, pero si lo fueron los justicialistas locales que desgobiernan la ciudad desde 1987 en consonancia con la corrupción, el cinismo político, la hipocresía, la impunidad judicial, la falta de trabajo y la profundización de la pobreza e indigencia. Hoy nos quieren hacer creer que son una opción a su propio gobierno, confundiendo una vez más a la ciudadanía que castigó sus posiciones ambiguas y dijo no a la sumisión de sus representantes a las políticas del kirchnerismo, profundamente compartidas por el oficialismo local y su reflotada JP.

A los radicales no nos asustan las chicanas de quienes cobran un sueldo para atender un teléfono y hacer militancia rentada desde una computadora, en tiempos del Bicentenario de la Patria, los radicales estamos dispuestos a debatir que modelo de ciudad, de provincia y de País queremos, pero también estamos dispuestos como lo hemos hecho hasta ahora a acompañar aquellas políticas que nos parezcan acertadas y a marcar nuestras diferencias, planteando propuestas alternativas. Por último creemos que este tipo de agravios y descalificaciones no le hacen bien a las Instituciones democráticas y distan de enriquecer el debate que necesitamos darnos para mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos, es por eso que desde la Juventud Radical reiteramos la invitación a una instancia de dialogo entre las juventudes políticas, en un marco de respeto y tolerancia.

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